10 de diciembre de 2011

@microcuentos 1

Nos conocimos chocando entre la niebla, y tu disculpa rompió el silencio en que vivía. Hoy, la niebla ha vuelto, pero el silencio que nos envuelve es tan espeso, que ni siquiera ella consigue penetrarlo.


-- o --

Me pediste que me quedara a tu lado, mas no pudiste evitar el vuelo de mi alma. Hoy, a tu lado sigue mi carcasa, tuya, vacía.

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