26 de diciembre de 2011

@microcuentos 4

Soy un desgraciado, lloraba en su palacio,
rodeado de sus hijos.
Mientras, en la acera,
un mendigo sonreía por ver el sol

* * * * * *

Mientras todos besaban a la abuela,
una lágrima bajó por su mejilla.
Sabía que no volverían a verla
hasta la siguiente Navidad

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