Atrás queda el invierno frío y muerto
Que ha dejado desnudos nuestros brazos
Se llevó los sonidos que endulzaban
Las mañanas de siempre en este bosque
Se llevó el aleteo de los pájaros,
Sus hermosas canciones de maitines
Nos dejó solitarios, tristes, pobres
Huérfanos de tu luz, que tanto amamos
Pero ya estás aquí, astro imponente
Nos devuelves la sangre a nuestras ramas
Volverán a llegar los pajarillos
Y a croar en el agua nuevas ranas
Volveremos a oír dulces canciones
Y tornará a latir el bosque entero
Porque gracias a ti, ya es primavera
Y se inunda de luz la vida entera.