7 de septiembre de 2012

Primavera



Atrás queda el invierno frío y muerto
Que ha dejado desnudos nuestros brazos

Se llevó los sonidos que endulzaban
Las mañanas de siempre en este bosque
Se llevó el aleteo de los pájaros,
Sus hermosas canciones de maitines

Nos dejó solitarios, tristes, pobres
Huérfanos de tu luz, que tanto amamos

Pero ya estás aquí, astro imponente
Nos devuelves la sangre a nuestras ramas
Volverán a llegar los pajarillos
Y a croar en el agua nuevas ranas

Volveremos a oír dulces canciones
Y tornará a latir el bosque entero
Porque gracias a ti, ya es primavera
Y se inunda de luz la vida entera.


El negrito de los ojos verdes



El niño de los ojos de aceituna nunca sonríe 
Tan menudo, tan tierno, le ensombrece el alma una gran pena
Porque perdió a su ángel muy temprano
Porque la negra que lo apretaba contra su pecho
Que lo acunaba al ritmo de una nana
Le dejó muy solito una mañana
 
Ya no escucha su voz cuando hay tormenta
Ya no siente sus manos en su cara
Cuando siente dolor, pena y tristeza
Ya no encuentra sus ojos azabache
Cada vez que regresa de la escuela
 
Cuando los niños blancos le desprecian
Cuando le dicen cosas de su padre
Que pasó por la isla de viaje
Y enamoró con su verde mirada a su negra añorada
 
No llores más mi negro de ojos verdes
No llores más mi amor, que aquí me tienes
Cada noche la escucha susurrando
Junto a su oído siempre estas palabras
Y le pide llorando que lo lleve
En sus brazos volando al firmamento
 
Que esta vida sin ti, mamita linda, no la quiero
Que me pesa vivir sin tus abrazos
Sin la dulce caricia de tus besos
Sin tus manos suaves en mi pelo
 
Me enseñaste que Dios era un ser bueno
Que quería a sus hijos desde el cielo
Mas no entiendo por qué me hizo a mí esto
Se llevó la mitad de mi existencia
Y me dejó solito en esta tierra.

4 de septiembre de 2012

La vida después (libro)




Uno de los libros que he leído este verano es la última novela de la escritora y periodista gallega Marta Rivera de la Cruz. Me lo prestó mi amiga Cristina y me ha gustado mucho. Fluido y fácil de leer, te engancha a seguir la historia a pesar de la ausencia de misterio en sus páginas. Es un libro que aborda las emociones y relaciones humanas, centrándose en la amistad de toda una vida entre un hombre y una mujer. Un concepto en el que muchos no creen, dentro y fuera del libro. 

La protagonista  es una mujer que acaba de perder trágicamente a su mejor amigo, quien ha sido la persona más importante de su vida. A lo largo del libro se va observando cómo casi todas las personas que conocieron a ambos habían creído siempre que entre ellos había mucho más que amistad, que eran amantes. Además de estar muy bien escrito, a mi juicio por supuesto, el libro contiene algunas frases que me gustaron especialmente:

“Tal vez es que la desdicha nos vuelve más sabios, más comprensivos... Y también más buenos".

"El ser humano nace con el derecho a ser feliz, y ese derecho implica también una obligación. La felicidad es también una cuestión de voluntad, de perseverancia. Recuerda siempre que no hay nada de malo en querer estar vivo".


La vida después, Marta Rivera de la Cruz, 2011.