Uno de los libros que he leído este verano es la última novela de la escritora y periodista gallega Marta Rivera de la Cruz. Me lo prestó mi amiga Cristina y me ha gustado mucho. Fluido y fácil de leer, te engancha a seguir la historia a pesar de la ausencia de misterio en sus páginas. Es un libro que aborda las emociones y relaciones humanas, centrándose en la amistad de toda una vida entre un hombre y una mujer. Un concepto en el que muchos no creen, dentro y fuera del libro.
La protagonista es una mujer que acaba de perder trágicamente a su mejor amigo, quien ha sido la persona más importante de su vida. A lo largo del libro se va observando cómo casi todas las personas que conocieron a ambos habían creído siempre que entre ellos había mucho más que amistad, que eran amantes. Además de estar muy bien escrito, a mi juicio por supuesto, el libro contiene algunas frases que me gustaron especialmente:
La protagonista es una mujer que acaba de perder trágicamente a su mejor amigo, quien ha sido la persona más importante de su vida. A lo largo del libro se va observando cómo casi todas las personas que conocieron a ambos habían creído siempre que entre ellos había mucho más que amistad, que eran amantes. Además de estar muy bien escrito, a mi juicio por supuesto, el libro contiene algunas frases que me gustaron especialmente:
“Tal vez
es que la desdicha nos vuelve más sabios, más comprensivos... Y también más
buenos".
"El ser humano nace con el derecho a ser
feliz, y ese derecho implica también una obligación. La felicidad es también
una cuestión de voluntad, de perseverancia. Recuerda siempre que no hay nada de malo
en querer estar vivo".
La vida después,
Marta Rivera de la Cruz, 2011.