29 de febrero de 2012

#It isn't l@ve


El sol, celoso de la luna, decidió eclipsarla.
Cuando vio que se echaban a la calle para verla
aún tapada, se nubló enrabietado.

* * * * * *

Tras la operación, Lucía recuperó la vista.
Descubrió el mundo y deseó vivirlo.
Él no soportó dejar de ser su universo y se fue.

* * * * * *

-Mami, hay un señor que me mira en el recreo 
desde la verja- dijo el niño. Ella se apresuró
a hacer las maletas. Les había encontrado.

* * * * * *

Hizo una pira con sus cartas y les prendió fuego.
Echó las cenizas en el lago donde se conocieron
y hundió la barca para no volver más.

* * * * * *

Tras cien noches encerrado en su estudio escribiendo
sobre las mujeres que lo amaron,
acabó el manuscrito: un folio en blanco.

* * * * * *

Él acababa de dejarla, poco antes de Pascua,
para largarse a Venecia con otra. Para ella,
aquel fue un auténtico Puente de los Suspiros.

* * * * * *

Él tomó sus manos, las acercó a su pecho y,
mirándola a los ojos, le dijo:
"Te amo". Ella le denunció por plagio.

* * * * * *

-No soporto este silencio. Antes hablábamos
durante horas, ¿es que ya no me amas?-.
-Perdona, es que no te había visto-.

* * * * * *

Mientras regrasaba, después de dos años,
estaba seguro de que ella aún lo esperaba.
Llamó a su puerta. Ella le abrió, preguntando
-¿Quién eres?-.

* * * * * *

-¿A qué cree usted que se debe el éxito de
su matrimonio?- preguntó el entrevistador.
-A la Trini- respondió.
-¿Terapeuta de pareja?-.
-No, puta-.

* * * * * *

-Te juro que estos años no he dejado de
pensar en ti un sólo día-, dijo tomando su mano.
-Vaya, hoy es mi día de suerte!- dijo ella
-me toca la lotería y regresas tú!-.

* * * * * *

-¿Qué le pasa a tu novio, que lleva una hora
callado, apoyado sobre tu Rolls?-.
-Nada, le he pedido que me diga todas
las cosas que le enamoran de mí. Está pensando-.

* * * * * *

-Nunca te dije que te amara-.
-Pero me enviabas canciones de amor que lo decían!-.
-Ah!, pero... No las escribí yo!-.

* * * * * *

Un niño huérfano acogido por una amorosa anciana
envidiaba a su amigo. Hasta que estuvo en su casa,
y vio que allí no había amor.

* * * * * *

En la escuela, nadie quería al niño huraño
y maleducado. Cuando llegó a su casa, nadie salió
a recibirle. Su padre dormía, borracho.




24 de febrero de 2012

@microdesvaríos de épica y mitología

#Esto no es épica



Penélope tejía sin descanso. Tenía prisa 
por casarse de nuevo, ya que Ulises
sólo le había dejado deudas.

* * * * * *

Los hombres de Ulíses escaparon de la cueva.
Escondidos bajo el cíclope, 
las feroces ovejas no les vieron huir.

* * * * * *

-Usted padece "mal de ojo"- dijo el doctor.
Polifemo, no muy convencido con el diagnóstico:
-Nadie pagará sus honorarios-.


#Esto no es mitología



Cuando Prometeo les robó el fuego para
entregárselo a los hombres, los dioses se pusieron
a dieta y se les agrió el carácter.

* * * * * *

-La erosión de la montaña cesó hace siglos,
el día que Sísifo agarró una lumbalgia-
dijo el maestro.

* * * * * *

Mientras Orfeo tocaba la lira en la acera,
Eurídice birlaba hábilmente las carteras
de los mirones.


21 de febrero de 2012

@tuiteando en el reino de la Fantasía


El pequeño dragón no quería comerse la sopa.
Su mamá echaba humo: "Si no te comes todo,
vendrá una princesa y te llevará".

* * * * * *

El duende verde se escondía tras el árbol, junto 
al agujero.Cuando Alicia cayó por él,
por fin pudo ver lo que quería.

* * * * * *

La muchacha que anhelaba ser alta mordió
la seta mágica y creció dos palmos. Creía ser feliz
hasta que se enamoró del gnomo.

* * * * * *

El sultán, bostezando, se caía de sueño. 
Sherezade cerró el libro, le cubrió con una manta
y salió de puntillas, resoplando.

* * * * * *

-No lloréis- dijo el hermano mayor 
-Pulgarcito habrá dejado miguitas por el camino-.
-¿Para que nos encuentren?!!-.

* * * * * *

-El que no se termine el estofado de lobo
no tendrá postre- dijo mamá cabra 
a los 7 cabritillos.

* * * * * *

La princesa llorona, abusando de su caída de pestañas,
consiguió que el sapo la besara
y se fue con él a su charca.

* * * * * *

El lobo dormía plácidamente la siesta,
cuando los tres traviesos cerditos
se pusieron a soplar desmontándole la casa.

* * * * * *

Al salir de la lámpara, el genio vio que
quien le había invocado era su ex-novia, y volvió
adentro como un rayo intuyendo su deseo.




@microcuentos del Far West


Encargando el traje para su boda, el sastre le midió
de cabeza a pies. Sospechó que la familia de ella
no aprobaba el enlace.

* * * * * *

Nunca les gustó Nube Roja, el novio de su hija,
pero el colmo fue cuando les tomó el pelo.

* * * * * *

-No puedes morirte, Harry!- le decía su mujer.
Conmovido la miró: -¿Porque me amas?-.
-No, porque tú eres el sepulturero-.

* * * * * *

Los hombres del Sheriff rodearon la escuela.
El pequeño Johnny lloró. No entendía por qué
su madre le había llevado allí.

* * * * * *

Sally tenía el pelo tan estropeado, las puntas tan abiertas,
que fue la única superviviente del ataque
de la tribu Pantén.

* * * * * *

Jimmy decidió salir del armario. Se dirigió al Saloon,
se acercó a la barra y pidió:
"por favor, una zarzaparrilla".

* * * * * *

Era la más rápida a este lado del Pecos.
Los mataba con un pestañeo, sin llegar
a desenfundar su colt.


14 de febrero de 2012

Tweets en un cine



La película terminó... por sexta vez.
Tomó su raído abrigo y salió a la calle,
a vagar helado hasta que abrieran
el cine de nuevo.

* * * * * *

Hacía años que no veía a su padre
y ahora estaba ahí, en la pantalla.
Deseó poder decir a todos que era su hija,
pero nadie la creería.

* * * * * *

Fue al cine sola, como siempre.
Al terminar la película, un hombre 
la esperaba al pie de la escalera. 
Le ofreció su pañuelo y su brazo.


Regala sonrisas en un tweet


Cualquiera puede fingir una sonrisa,
pero sólo si la acompaña
el brillo de la mirada, nace de un corazón
y llega a otro.

* * * * * *

-Pero tú, que no tienes nada, ¿cómo sonríes siempre?-
preguntó el mendigo. -Porque cuando sonrío,
hago felices a otros que tienen mucho menos-.

* * * * * *

El sol que ven los demás emana de nosotros mismos.
Debemos romper las nubes desde dentro
para que nadie nos las vea encima.

* * * * * *

-Deja de llorar y muévete- dijo el duende,
-tenemos prohibido conceder favores
a aquellos que lamentan su derrota
antes de la batalla-.

* * * * * *

Cuando el doctor le dijo que podían quedarle
apenas unas semanas, decidió pasar su tiempo
regalando los "Te quieros" que no había dado.


13 de febrero de 2012

@microcuentos de fin de semana

Recuerdos


Descubres que los recuerdos que guardaste 
existieron solamente en tu memoria.
Y los liberas de ti. Y sin el peso que suponen, vuelas.

* * * * * *

El inventor trabajaba en su taller día y noche,
inventando lo mismo máquinas del tiempo que recuerdos
de un pasado que nunca vivió realmente.

* * * * * *

Una tarde, abrió la cajita en la que atesoraba 
sus recuerdos, y encontró entre éstos las cenizas
de los que había inventado.


Melodía


La bruja encerró en la torre al juglar, obligándole
a crear una melodía sólo para ella.
Fue tan hermosa, que al oirla lloró y le dejó ir.

* * * * * *

Dormir junto a ti, con el cielo estrellado sobre nosotros,
la arena fresca de la playa como lecho
y el romper de las olas como melodía.



7 de febrero de 2012

@microcuentos de Soledad

-¡Cómo la quieren sus hijos,
María!- dijo la monja. 
Ella, sonriendo, soltó una 
lágrima. Pasarán otros
6 meses hasta que regresen.

* * * * * *

Todos cantaron. Soplando 
las velas, cerró los ojos. 
Deseó: rodearse sólo de 
quien lo quisiera.
Abrió los ojos y estaba 
solo.



* * * * * *

-Firma aquí, mamá-. Los empleados del asilo ya estaban allí. 
María sabía que firmaba su destierro, pero eran sus niños, y firmó.


* * * * * *

Pasó todo el verano en el asilo, añorando el mar de otros años. 
Decidió morirse el 29, para fastidiarles los últimos días.

* * * * * *

Villancicos en casa de los vecinos, risas, panderetas. 
María en su sillón, sin hambre, no sabe que es Navidad. Lo ha olvidado.

* * * * * *

No recordaba los nombres de aquellos niños, pero viéndolos jugar sonreía. 
No sabía quiénes eran ni por qué le decían "te quiero abuelita".


* * * * * *


Unieron sus soledades pretendiendo así sentirse acompañados,
mas nació entre ambos el abismo de la incomunicación.


* * * * * *


Puede ser más asfixiante la soledad de quien vive
rodeado de gente, que la del pastor rodeado
sólo de animales, monte y cielo.


* * * * * *


Huyendo de la soledad dejó la montaña por la ciudad. La frialdad
de la gente y su hipocresía, le hicieron sentirse más solo.


* * * * * *


Vivía en el seno de una gran familia, en una gran ciudad.
Era relaciones públicas. Y nadie entendía
que cada noche llorara su soledad.


* * * * * *


El mantel de damasco, el centro de mesa, las copas de Bohemia, las velas, 
y un único plato de filo dorado. Feliz Nochebuena Soledad.


* * * * * *


-Ojalá que cuando esté muriendo, y los que
me abandonaron vuelen a mi lado, se enteren que
derroché su herencia en el casino-.



4 de febrero de 2012

La estatua de hielo (Cuento)

Tras la cruel guerra que asoló la comarca durante tres años llevándose a su familia, la vida en aquella casa grande y vacía se le hizo insoportable. Un buen día, tomó la decisión de alejarse de todo y empezar de nuevo en un lugar distinto, con la esperanza de borrar los recuerdos dolorosos de las voces de los suyos, cuyos ecos retumbaban cada noche en las frías paredes de la casa.
 
Cerró el taller. Miró por última vez las florecillas blancas de Edelweiss que su mujer había plantado cuando se mudaron al pueblo y se trasladó a la montaña, a unas cuántas millas de la aldea más cercana. Y construyó una pequeña casa de piedra y madera en un prado bordeado de abetos y cipreses. Cerca había un riachuelo de agua helada, el comienzo del río en el que pescara tantas veces con su hijo, unos años antes, en el valle. Al principio, el contacto con la naturaleza fue como un bálsamo para su ánimo y las jornadas pasaban veloces, ocupado en la construcción de su nuevo hogar. La noche le encontraba siempre tan cansado, que conseguía dormir unas horas, lo suficiente para seguir trabajando al día siguiente.
 
Pasó la primavera, que sembró de flores el prado en torno a la casa. Pasó el verano, que inundó de luz sus días y alegró sus siestas con el canto de los pájaros. Pero en otoño, cuando ya creía sentirse feliz en su nueva vida, comenzó a echar en falta la presencia humana. Llevaba meses sin ver pasar una camioneta ni un grupo de montañeros, ni siquiera un pastor con ovejas. Las primeras nevadas del invierno tapizaron de blanco su prado, dejando las ramas de los árboles vencidas por el peso de la nieve. El frío comenzó a colarse en su interior, y volvió a sentirse solo, más solo que nunca antes recordaba haberse sentido. Entonces, un día, decidió tallar con sus manos de artesano una estatua. No una estatua de madera como las que tantas veces había fabricado en el taller, sino una estatua de hielo que representara una hermosa mujer. Tardó cinco días en terminarla, y cuando por fin soltó el cincel y se sentó sobre la nieve a admirarla, se sintió satisfecho y feliz.
 
Cada día pasaba horas sentado junto a su estatua. Hablaba con ella, pasaba su mano por el rostro helado y le daba las buenas noches antes de acostarse. Aquella mujer de hielo se convirtió en su unica compañía, y llegó a necesitarla tanto como para levantarse ilusionado por las mañanas por salir a verla.
 
Pero llegó de nuevo la primavera, y el cielo en la montaña era cada vez más azul y luminoso. Y el sol, poco a poco, comenzó a derretir la nieve que lo cubría todo. Y un día, su mujer de hielo comenzó a llorar, deshaciéndose en un charco a sus pies. Pasó la última tarde sentado frente a ella, dejando caer por sus mejillas lágrimas saladas, mientras veía cómo su única compañera se derretía ante sus ojos, dejándolo solo, de nuevo. Vencido por el sueño y el dolor, se acostó con el corazón encogido.
 
A la mañana siguiente, pasó bastante tiempo encerrado en la casa, temeroso de salir afuera y no verla nunca más. No reunió el valor necesario hasta el mediodía. Salió despacio, se acercó al prado, al lugar donde durante meses había estado ella. El prado brillaba de un verde intenso bajo el fuerte sol de la mañana, y en el lugar donde antes estuviera su estatua, encontró la más hermosa flor de Edelweiss que nunca hubiera visto.